viernes, 22 de febrero de 2013

INSENSATOS

¡Amigos! Aquí una entrada nueva, en esta ocasión les voy a mostrar el primer libreto que escribí, ésta fue una historia que escribi hace ya un par de años, y practicamente la escribí muy rápido en cuatro meses, es una historía de mucho amor y pasión, en mi mundo claro esta es mi primera ópera, pero conosco mis limitaciones y esta en versión de libreto. Esta historia se llama INSENSATOS y es un drama en cinco actos, por favor dejenme sus comentarios todos son bienvenidos!

Ojalá les guste, como les digo es una historia de traición, pasión, amor, y mucho drama :)


INSENSATOS

Drama en cinco actos
de Enrico Puccini

Personajes

Lizardo; Príncipe Heredero hijo del Virrey Manuel
Gianni; Hijo del Conde Severino de Mendoza
Manuel; Virrey de la Nueva España
Severino; Conde de la Nueva Valladolid
Marcela; Cortesana amante de Lizardo
Sidonia; Madre de Lizardo
Rina; Nana de Gianni
Remo; Jefe militar
Ferrando; Guerrillero
Niños, sirvientes, ciudadanos, artesanos, etcétera.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en la Ciudad de México a principios del siglo XVIII


ACTO I

En la cabaña, a las afueras de la Ciudad de México. Es un día de abril de 1700. La cabaña se encuentra sola. Entra a paso lento Sidonia la madre del heredero del virreinato, quien se dirige a una vieja mesa en la cual Sidonia se sienta llorando y quejándose por la grave situación de miseria en la que esta su familia, gracias al complot que organizó Severino de Mendoza Conde de la Nueva Valladolid en complicidad de Remo de Alcalá y Aragón jefe de la milicia. El esposo de Sidonia Manuel Jiménez del Rio el Virrey destronado de la Nueva España, entra a la pequeña casa y nota la presencia de Sidonia, se dirige hacia ella y comienza a darle consuelo, sin embargo, Sidonia camina hacia un pequeño altar e hincada pide a la virgen que termine el suplicio y la pobreza en la que están ella y su familia viviendo.

Poco después, Manuel toma del hombro a Sidonia y le comienza a hablar de un plan que ha ideado para retomar el reino, y así sacar a los Mendoza del trono, para después mandarlo a la horca por traidor. Sidonia desconfiada, se voltea de nuevo al altar. Cuando Manuel se da cuenta del rechazo del plan por parte de su esposa, camina hacia la vieja mesa tirando los trastos que se encontraban en ella. Decepcionado por la negativa de su esposa, Manuel, sentado en la vieja silla, le confiesa que ya no sabe que hacer ante la situación, y lo único que desea es poder retomar su lugar que de mala manera le fue quitado.

Acto seguido, Lizardo hijo de los virreyes, entra con su amigo Gianni hijo del conde de Mendoza, riendo y haciéndose bromas el uno al otro, y se percatan de la seriedad del momento, entonces, Lizardo se dirige con su padre para preguntar que es lo que ocurre, y en ese momento Manuel le cuenta que su madre ha desconfiado una vez mas de sus planes y él ha llegado a su límite. Lizardo se dirige hacia su madre y le pide que sea un poco más paciente y que no pierda la esperanza.

Gianni se percata de la situación y apenado sale de la vieja cabaña, Lizardo lo alcanza y le dice que esa situación no es culpa de él y aunque su padre sea el que ha sacado a la familia de Lizardo del Virreinato, eso no hará que la amistad entre ambos. Manuel, voltea su mirada hacia Gianni y le jura que no le importará que él sea amigo de su hijo, pero retomara el trono y no descansará hasta que su padre sea juzgado y pague por la injustica que ha cometido.


ACTO II

Escena 1

En el Salón de fiestas del Palacio Jiménez

El Conde Severino ha ofrecido una fiesta en honor del nombramiento de Gianni como caballero del Virreinato de la Nueva España, ha llegado gente de todas las comarcas a celebrar dicho evento, los sirvientes caminan por todo el gran salón del palacio con diversos manjares para los invitados.
Aparece Severino al lado de su hijo y pide toda la atención de todos los presentes para presentar a su hijo Gianni de Mendoza como nuevo Caballero del Virreinato y próximamente Virrey de la Nueva España hasta el día que el Conde sea llamado por el creador.
Todos los invitados se vuelven en aplausos para aquellos hombres y entonan canciones y reanudan el gran baile.

Escena 2
Mientras que los invitados celebran y comen, aparece Remo que se dirige a la mesa en la que esta sentado el conde y haciéndose a un lado de él, le susurra que tiene un asunto que deben de discutir. Severino se levanta de la mesa y caminan unos pasos adelante. Remo con mas calma, le cuenta al conde que ha escuchado unos rumores que dicen los vecinos del pueblo, que el destronado virrey esta planeando una nueva ofensiva en contra de los Mendoza y que esta ofensiva será mas sangrienta que las anteriores.
Ante la noticia Severino exclama enfurecido que el virrey no logrará lo que tiene en mente. Para esto desde hace mucho tiempo él también tiene un plan para terminar definitivamente con los Jiménez del Rio, pero tiene en mente acabar con el miembro mas joven de la familia Lizardo; para eso tendrá que sacrificar la amistad de su hijo Gianni, pero no importa el costo si es necesario para desaparecer a esa familia.

Escena 3
Se ha creado un gran revuelo en aquel salón al ver la entrada de una hermosa mujer que porta un hermoso vestido rojo, como si fuese una princesa europea. Lizardo al verla queda enamorado al instante de ella, y al mismo tiempo Gianni ha caído de amor por aquella mujer. Lizardo intenta acercarse a ella, pero se ha dado cuanta que su amigo Gianni también se ha acercado a esa mujer y este la quiere conquistar. Lizardo sale muy entristecido del salón mientras que Severino ha notado la salida del joven, y llama de nuevo a Remo para decirle que su plan se ha puesto en marcha, y mientras la fiesta continúa.


ACTO III

En una alcoba del Palacio Jiménez

Escena 1
Marcela se arregla para ser llevada por Gianni a la cena de gala que ofrecerán los condes de Salvatierra en su honor, para celebrar el anuncio de matrimonio entre los dos jóvenes. Mientras Marcela continua arreglándose, recuerda a Lizardo y los momentos que vivieron juntos durante su fugaz amor y decide que no puede seguir mintiendo mas sobre un amor que no existe y que dirá la verdad sobre su origen además, de que confesará que fue contratada por el padre de Gianni para separarlo de su amigo. Acto seguido entra Lizardo por la ventana de aquella habitación y ruega a Marcela que no se case con Gianni por que él sabe que no ama a su amigo, también le confiesa que la relación entre ambos ha empeorado demasiado, por los celos que Gianni siente hacia él. Marcela no puede negar el amor que siente por Lizardo pero le cuenta al joven que no puede hacer nada, ya que se ha comprometido con Gianni, y no tiene otra alternativa. Lizardo le propone escapar a Puebla y así olvidar la vida que tenían en la capital del Virreinato. Marcela temerosa cree que no funcionará pero al mismo tiempo cree mas en el amor que le tiene a Lizardo y acepta irse con él dándose ambos un gran beso.

Escena 2
Sorpresivamente se abre la puerta de aquella habitación y entra Rina la nana de Gianni para ver por que ha tardado tanto la prometida, descubre a Lizardo y Marcela en pleno beso, cuando se da cuenta de esa escena intenta salir rápidamente de la habitación pero es detenida por Marcela y regresada a la habitación. Marcela trata de convencerla de que no diga nada a su prometido, por que podría crear una gran tragedia entre los amigos, pero Rina se siente comprometida con Gianni, ya que lo ha criado desde siempre. Lizardo dice a Rina que él ha amado a Marcela desde el primer día que la vio en el salón y no descansará hasta llevársela con él y han acordado que lo harán al amanecer. Rina horrorizada de lo que ha escuchado cree que es una locura y corre a cerrar la puerta para evitar que la discusión sea escuchada por alguien más, mientras, trata de convencer a los jóvenes. Se escuchan la voz de Gianni preguntando por que tarda Rina con Marcela, al percatarse los involucrados, Marcela le pide a Lizardo que salga de la habitación por donde entro, Lizardo se niega y quiere resolver las cosas en ese momento. Marcela y Rina una vez más ruegan a Lizardo que se oculte o se vaya por que es lo mejor, a lo cual Lizardo opta por esconderse detrás de la ventana, pero jura que regresara por su amada.


Escena 3
Gianni entra a la habitación y ve a las dos mujeres inquietas, comienza a hacer preguntas acerca de lo que esta pasando. Marcela le pide a Rina que los deje por un momento, cuando los jóvenes se quedan solos en la habitación. Marcela se sienta en un pequeño sillón y comienza a decirle a Gianni que ella no podrá casarse con él por que no es digna de su familia. Gianni sorprendido no da crédito a lo que Marcela le ha dicho, y él pide una explicación mas convincente, ella corre a los brazos de Gianni y le pide que la perdone al no poder estar con él, pero pide que entienda que el amor no se puede forzar.
Gianni enfurecido tira al piso a Marcela y le pregunta que es lo que ha hecho él para que ella cambie de opinión, pero ella contesta que no es culpa de él simplemente que su pasado no le permitirá ser digna se su familia. Gianni baja las cortinas de la habitación y va con Marcela, él pide que ella le diga la verdad por que no cree en sus palabras, entonces, le exclama que la ama y que no puede dejarlo, y exige una verdadera razón.

Marcela llorando le ruega que no la torture mas, accederá solo a decir la verdad siempre y cuando Gianni la deje ir del palacio.

Gianni accede pero le propone que el no dirá nada de su pasado, Marcela camina hacia un pequeño sillón y comienza a confesar su verdad. Ella comienza con su relato cuando revela que conoce al Conde mas de lo que la gente piensa, y que realmente ella fue contratada por él mismo para destruir la amistad entre los jóvenes, y ella realmente no es la joven pura que les hizo creer a todos, simplemente es una dama que vende sus favores a otros hombres para sobrevivir.

Gianni no puede creer lo que ha escuchado por parte de Marcela, sollozando se dirige a ella y le dice que a pesar de su pasado a él no le importa lo que es o haya sido, él la ama con locura y quiere estar a su lado. Marcela se levanta de ese sillón y le pide que le deje terminar de decir su historia, Gianni sorprendió pregunta si hay mas…Entonces, ella al pie de la ventana de esa habitación, cuenta que además de la verdad de su pasado, hay otro motivo que le impide casarse con Gianni.

El se acerca y confrontando a Marcela le exige que termine de contar su historia y ella con lágrimas en sus ojos le confiesa que esta enamorada de otro hombre, Gianni enfurecido clama por el nombre del ingrato pero Marcela se resiste a revelarlo y le pide que la deje ir. Gianni lleno de rabia le jura a Marcela que buscara a ese ladrón y se cobrará con su vida el haber robado el amor de su vida. Ella horrorizada pide clemencia por aquel hombre pero Gianni esta lleno de odio y dolor, que no escucha a Marcela, entonces, Gianni exigiendo el nombre, se da cuenta que es a Lizardo a quien ella ama; Gianni pregunta a Marcela si es él al que ella ama y llorando lo admite.

En ese momento se escuche que alguien toca con desesperación la puerta de la habitación y Gianni pide que no sean molestados, pero la voz de Rina le dice al joven que su padre a sufrido un accidente en el caballo y que se encuentra grave, para esto, Gianni le dice a Marcela que tiene prohibido salir de la habitación y que mas adelante ajustara cuentas con el traidor de su amigo.

Escena 4
Gianni ha salido de la habitación y encierra a Marcela, entonces, Lizardo al percatarse de que su amigo se ha retirado, entra de nuevo y con lagrimas en los ojos le ruega a Marcela que le diga que lo que ha contado es una mentira y que ella es una mujer pura y que jamás aceptó esa sucia proposición del Conde.

Marcela no puede negarlo y le jura que el amor que le tiene es puro, de tal manera, que Lizardo convencido de sus actos, le exige a Marcela que huyan y que comiencen una nueva vida.

Marcela asustada le pide que la deje por que su amigo juró matarlo si lo encuentra, y prefiere sacrificar su propia vida que la de su amor.

El joven se niega y jura que si ha de morir, lo hará junto con su amada, entonces, le plantea de nuevo que huyan. Marcela acepta irse con él y le pregunta que como huirán, para esto, Lizardo ya había preparado la manera de salir del palacio entonces, le dice que ya no hay tiempo para esperar que tienen que irse en ese momento y le comenta que saldrán por el jardín trasero. Para eso Rina consigue entrar a la habitación y sorprende de nuevo a los jóvenes y les dice que Gianni se acerca, Rina sale de la habitación y cierra de nuevo la puerta, entonces, Lizardo toma de la mano a Marcela y sin nada consigo salen por la ventana.

Gianni entra de nuevo a la habitación y se ha percatado de que la joven no esta y grita por ella. Voltea a la ventana y la ve abierta, por consiguiente, entiende que Marcela ha huido junto con Lizardo, horrorizado Gianni gritando de horror y jura venganza.

ACTO IV
Escena 1
En un campo de guerrilleros a las afueras de la Ciudad de México
Los guerrilleros se encuentran reunidos a media noche alrededor de una fogata, están cantando y recordando los momentos de la guerra y contentos todos, esperan ganar aquellas batallas, mientras recuerdan y gozan de tal noche Manuel llega al campamento y pide espacio para poder sentarse con sus guerreros.
Manuel melancólico recuerda sus tiempos en el palacio de Jiménez cuando su familia estaba unida, los tiempos de bonanza y felicidad, recuerda con tristeza aquellos días de larga dicha, no puede ni siquiera pensar en que terminara su familia, en lo que acabará él y su amada esposa, le pide a sus guerreros que nunca desistan si él no logra cumplir su objetivo, y que recuerden siempre seguir sus ideales hasta lograr lo deseado. Los guerreros orgullosos de su Virrey cantan el himno del virreinato y llenan de honores a su virrey.
Después de terminado el alboroto por aquellos hombres Lizardo entra de la mano de Marcela y se unen a la celebración. Mientras todos celebran, Ferrando mensajero del Virrey entra agitado al campamento y pide la atención de todos, dice que trae noticias desde la Ciudad.
Todos atentos ante las palabras de aquel hombre, les cuenta que las fuerzas del usurpador han ganado la batalla en Valladolid y la ciudad ha caído, y van en caravana marchando hacia la Ciudad de México para la batalla final, aquel hombre atemorizado, advierte que el ejercito del Usurpador esta mejor armado que nunca y tiene deseos de masacrar a los hombres del Virrey, pide la cautela de todos y que estén alerta ya que de un momento a otro podría desatarse la batalla y derramar sangre a diestra y siniestra.
Lizardo pide la calma a aquellos hombres y que juren que darán su vida para defender a su patria y liberarla de usurpadores, y que juntos podrán vencer.
Escena 2
Mientras tanto, aquellos hombres se retiran a sus tiendas de campaña, y poco a poco Lizardo y Marcela van quedándose solos bajo el cobijo de las estrellas y aquella fogata. Comienzan a hablar del amor entre ambos y de la dicha que a pesar de las adversidades han tenido desde que ella decidió escapar con él. Marcela emocionada, le jura amor eterno y siempre lo seguirá hasta donde el creador la llame, y aún después de la muerte ella lo seguirá. Lizardo de igual manera jura que nunca dejara de amar a Marcela y sacando de su bolsillo un anillo, éste lo entrega a su amada como señal de vida eterna y sellan para siempre su compromiso. Marcela no contiene las lagrimas de alegría y abraza llena de amor a aquel hombre, entonces, Lizardo le comienza a contar que el día que esta cruenta guerra termine pedirá al Obispo de México que los case, y así consagrar sus vidas al creador, y comienzan a hablar de los hijos que Dios les mandará, Marcela decidida llamará a su primogénito si es varón “Lizardo” como su esposo; Lizardo por su parte a su primogénita en caso de ser una mujer, la llamará Marcela Isabel. Los jóvenes llenos de entusiasmo por sus deseos y planes, culminan su idilio con un beso que los une aún más.
A lo lejos se escuchan galopes y voces extrañas; son los hombres de Gianni que han llegado al campamento de los guerrilleros. Los guerreros del virrey salen sorpresivamente de sus tiendas de campaña y armados se encuentran frente a frente con los hombres del hijo del Usurpador. Gianni con soberbia y altanería baja del caballo y mira de manera fija y retadora a Lizardo, después mira a Marcela, Gianni toma de la mano a Marcela y reclama su ingratitud y su traición, pero aún así le confiesa que no ha dejado de amarla y arrodillándose le pide que regrese con él, le hace ver que su amor con Lizardo no tiene futuro y que pronto serán juzgados y sentenciados a la horca, por su rebeldía ante la corona.
Marcela le pide a Gianni que se ponga de pie y ésta lo rechaza, argumentando que como alguna vez le dijo en el palacio, el amor no se puede forzar, y de ninguna manera abandonara al amor verdadero.
Gianni enfurecido maldice a Marcela y al fruto del amor que pueda existir entre Lizardo y ella, Gianni ordena a sus hombres que detengan a Lizardo, para lo cual ellos obedecen. Manuel le pide a Gianni un poco de clemencia por su hijo ya que él no es el culpable de lo que ocurre en el virreino, Gianni no escucha a aquel hombre y sin embargo reta a duelo al joven príncipe.
Lizardo acepta el duelo y mientras Gianni ordena a sus hombres que suelten al joven, ambos varones sacan sus espadas y el campo se abre para que tenga lugar contienda.
Gianni da el primer golpe y Lizardo no tarda en repelerlo, aquellos hombres ante la mirada atónita de los presentes estaban enfrascados en aquella lucha, hasta que Lizardo logra vencer a su amigo.
Al momento de terminar con la batalla y dar el golpe de muerte, Lizardo por una fuerza extraña lo detiene y evita dar muerte al joven. Gianni en el piso y aturdido le pide a su amigo que no dude y que lo mate. Sin embargo, Lizardo perdiendo la guardia y dando la espalda, le contesta que no asesinará al hombre que es su amigo y por el cual, aún las circunstancias daría la vida, y así decide perdonar su la batalla.
Gianni se recupera y lleno de coraje, pide a sus hombres que detengan a Lizardo. Los hombres obedecen y lo toman de rehén y es llevado con ellos, Marcela corre a los pies de Gianni y pide por la vida de su amado, pero éste no tiene clemencia de la joven y la maldice por haberlo traicionado.
Marcela en pleno llanto implora por piedad y ofrece lo que sea para salvar la vida de Lizardo.
Gianni, le comenta que sólo liberará a aquel hombre si ella cede ante una petición, la cual consta en que ella debe renunciar al amor de Lizardo, casarse con él y obligar al joven al destierro de su familia, si ella no cumple, Lizardo será asesinado.
Marcela por amor acepta, y es subida al caballo de Gianni para ser llevada de nuevo al palacio para comenzar con los preparativos de la nueva boda. Mientras tanto, Gianni ordena marcharse de nuevo a la capital.
Al haberse retirado todos los hombres del hijo del conde, Manuel lamentándo su mala fortuna jura que rescatará a su hijo de las manos de Gianni, aunque le cueste la vida, mientras, los guerrilleros respaldan a su jefe y juntos cantan el himno de la victoria.





ACTO V
Escena 1
En un calabozo
Ha pasado bastante tiempo desde que Lizardo ha sido apresado por Gianni en aquel calabozo, sus ropas lucen como harapos viejos y sucios, su aspecto es de un mendigo sin oficio ni beneficio. En aquel recinto hay una vieja mesa y sobre ella un vaso y un crucifijo, Lizardo camina hacia tal mesa y toma el crucifijo, comienza a lamentar su mala suerte y pide que el creador lo lleve a su lado para que lo saque de ese valle de lagrimas y tristezas que ha sido su vida, no sabe cual fue el destino de su amada, cree a su padre muerto en batalla, y la lucha perdida.
Tomando fuertemente ese crucifijo ha decido terminar con su vida, cuando esta a punto de hacerlo una voz femenina lo detiene, al percatarse a quien pertenece tal voz se da cuenta que es la voz de su propia madre: Sidonia.
La madre del joven logra entrar a esa horrenda celda y abraza muy fuerte a su hijo, horrorizada quita ese crucifijo de las manos de Lizardo y le da consuelo.
Sidonia comenta al joven que su padre no ha muerto, que la caída de la capital es cuestión de horas, mientras tanto, se esta preparando la ofensiva mas importante de todas, pero deben ganar tiempo, además, le comenta que Lizardo ya esta libre, ya que la logrado sobornar a los guardias de la cárcel y le han facilitado la ayuda para escapar.
Lizardo entusiasmado por la noticia no duda en abrazar a su madre, pero el joven pregunta que ha sido de su amada, para lo cual, Sidonia entristecida, comenta que muy pronto será la boda de los jóvenes y se ofrecerá una gran fiesta en el salón principal del palacio.
Lizardo, enfurecido pregunta si Marcela ha cedido a la petición de renunciar a su amor, y mandar al destierro a su familia.
Sidonia, le comenta que ha sido así, pero todo ha sido por salvar la vida de él y liberarlo de la muerte segura en la horca. Lizardo no entiende de razón alguna y jura que aunque su amada le haya traicionado el vengará su vergüenza y hará justicia para él y su familia.
Mientras tanto, un guardia del palacio les pide a madre e hijo que se apresuren ya que el cambio de guarda esta por llevarse a cabo y el tiempo se les agota para escapar. Sidonia rápidamente le da ropas de guardia a su hijo para pasar desapercibido. El se viste rápidamente y tomando de nuevo el crucifijo lo levanta y jura que esta vez no fallara, lo mete en sus ropas y salen rápidamente de la celda.
Escena 2
En la alcoba del palacio Jiménez
Marcela se esta preparando para la boda, todos los sirvientes le ayudan a arreglarse, la joven esta muy nerviosa y no deja de dar ordenes. Entra Rina a la habitación y ve el escándalo en aquel lugar, entonces, se dirige a la dama y le pide que tenga paciencia, ya que todo lo que hace es por amor.
Marcela camina hacia un tocador y de un pequeño joyero saca el anillo que Lizardo le entregó cuando se encontraban en las montañas y se lo coloca en su dedo, Marcela corre en pleno llanto le cuenta a Rina que no puede hacer tal sacrificio, no imagina su vida a lado de un hombre que no ama, siente que poco a poco el dolor y la tristeza la están matando y no cree poder resistir mas.
Rina trata de consolar a la joven, pero sus palabras no son suficientes, entonces, Marcela se arrodilla ante Rina y le pide que le diga que ha sido de Lizardo, por que Gianni no cumplió su promesa de liberarlo si ella aceptaba el matrimonio.
La incertidumbre y la zozobra no la dejan vivir en paz, quiere saber si su amado ha muerto o ha escapado, si ha sido torturado o simplemente lo han dejado ir, ya ha pasado mucho tiempo y esta al borde de la locura.
Y tiene un funesto presentimiento, mas no sabe como explicarlo, es algo que también la atormenta y no la deja estar en paz consigo misma.
Rina desesperada no puede contarle nada de aquel hombre ya que ni ella sabe que fue de él, ya que después de haber sido apresado no se supo de su paradero.
A lo lejos se comienzan a escuchar las trompetas para llamar a la ceremonia, los sirvientes corren a todos lados ya que todo esta por comenzar, otros sirvientes toman a Marcela de la mano y le colocan el velo de novia que usara para la gran ceremonia.
Un sirviente toca la puerta de la habitación, y pregunta si la princesa esta lista para salir, ya que todos están reunidos en el gran salón y sólo la esperan a ella.
Marcela dice que ya esta lista y da un ultimo abrazo a Rina, la joven lista toma su ramo de flores y sale junto con Rina hacia la ceremonia.
Escena 3
En el Salón Principal del Palacio Jiménez
La gran orquesta toca las mejores piezas de su repertorio, los sirvientes corren de un lado a otro con charolas llenas de bocadillos y de los mas finos vinos de la comarca, ha llegado la gente mas distinguida de la ciudad, comerciantes, artistas, los saltimbanquis y bufones hacen reír a la gente con sus espectáculos cómicos, las bailarinas danzan el ballet mas bello hasta entonces, y todos disfrutan de una gran recepción en ese bello palacio.
Severino entra al gran salón acompañado de su fiel confidente: Remo, ambos se ven muy agotados, Severino apenas si puede caminar, pero aún así lo hace con la soberbia que lo ha caracterizado desde siempre. Remo le cuenta al conde que la guerra esta pérdida, los Jiménez han derrotado a la fuerza virreinal y ya han ocupado la ciudad, el fin de los Mendoza esta cerca, y tal vez esa sea la última vez en que el conde vea a su hijo.
Mientras la fiesta continua, un mayordomo desde lo alto de la escalera del salón, pide que pare la música, ya que los novios están por salir, los presentes le toman atención al mayordomo y hacen el silencio total, mientras los novios se hacen presentes, todos se vuelcan en aplausos para la pareja, y se gritan un par de vivas hacia los novios.
 Ambos bajan lentamente la escalera, y la música se hace presente de nuevo, mientras tanto, Severino se acerca a la pareja y les da un abrazo, resuenan las trompetas que anuncian la llegada del obispo, y su fastuoso sequito de guardias lo hacen pasar de entre las personas, el obispo se acomoda para comenzar la ceremonia, mientras, todos los invitados hacen lo mismo y se alistan para escuchar el sermón del sacerdote.
Los novios están en frente del religioso, y escuchan sus palabras, cuando Marcela llena de lágrimas voltea a ver a Rina, suplicando que detenga todo ese teatro. Gianni se percata de la situación y le pide a Marcela que no llore ya que con el tiempo el está seguro de que ella le amará.
El sacerdote le pregunta a Gianni si acepta por esposa a Marcela, éste rápidamente contesta que si, de igual manera, lo hace con Marcela y esta titubea al dar su respuesta, pero se arma de valor y acepta, Rina con lágrimas en los ojos sale del salón muy triste. El sacerdote declara a los jóvenes marido y mujer y los felicita, Severino contento pide a los presentes que griten vivas hacia los nuevos esposos, los invitados de inmediato lo hacen y la gran fiesta se reanuda con un gran baile.
Todos disfrutan de la fiesta, los compases del vals crea un ambiente de alegría en aquel salón, de repente un estruendo acompañado de un grito de basta suena por todo el recinto.
Es Lizardo que acompañado de un gran grupo de guerrilleros asaltan el palacio, el alboroto se hace presente en todo el salón, el desconcierto se ha apoderado de todos, los hombres tratan de defender a las mujeres, y todos buscan protegerse.
Lizardo se acerca lentamente a Marcela y le pregunta si se ha casado con su amigo, Marcela trata de abrazarlo pero este no se deja, y desconcertada le dice que no lo ha podido evitar, Lizardo la toma del brazo y violentamente la tira al suelo acusándola de traidora a su amor, le reclama por no haber cumplido su promesa de amor eterno y le arroja el anillo que él tenia en su dedo, y que era símbolo de su amor. Marcela se incorpora y corre suplicando a Lizardo que no la trate así ya que ella nunca supo nada de él, no sabia si vivía o moría y por tanto, no la puede acusar de traidora ya que nunca se enteró cual había sido su suerte. Gianni reclama a Lizardo su intromisión en el palacio, y le exige que salga de él, Manuel, le aclara que los que deben de salir del palacio son ellos, ya que la guerra la ha perdido y son unos  usurpadores. Severino trata de golpear a Manuel pero su debilidad no se lo permite y cae al suelo, Manuel triunfante lo humilla ante la mirada atónita de todos los presentes, y le dice que su fin esta cerca y será en el infierno en donde pagará todo el daño que le hizo a él y su familia. El anciano no resiste más y muere en ese momento.
Gianni corre a ver a su padre y ya nada puede hacer, lo inevitable ha ocurrido furioso y triste, ordena a sus guardias que saquen a todos los guerrilleros de la sala y estos ya no le obedecen, Gianni enfurecido reta a duelo una vez mas a Lizardo y así decidirán sus vidas, Marcela horrorizada pide clemencia por sus vidas, no resiste mas, y se interpone en medio de los dos hombres, ninguno de los dos le pone atención y los jóvenes se han enfrascado en el duelo, Gianni ha acertado un gran golpe y Lizardo cae al suelo, Marcela se interpone de nuevo pero Lizardo la hace a un lado y la batalla continua. Los invitados corren para no ser alcanzados por los jóvenes, el desorden ha hecho presa de nuevo a los presentes los adornos caen al suelo, los destrozos en ese salón ya son bastantes, pero eso no importa a los jóvenes. Marcela corre con Rina para protegerse, Gianni de nuevo da un gran golpe a Lizardo y este cae una vez mas al suelo, Marcela no puede más. Gianni esta por dar el golpe fatal, entonces, Marcela en un arranque de locura corre hacia Lizardo para protegerlo, pero es alcanzada por esa espada y herida de muerte. La joven cae al suelo moribunda ante la mirada estupefacta de Lizardo, éste la toma en sus brazos y le pide que lo perdone que no quería llegar a ese extremo y que la ama. Marcela con la voz débil contesta que no tiene nada que perdonarle, ya que es su gran amor y lo que hizo fue por defenderlo, como le dijo en las montañas su amor nunca morirá y desde el mas allá estará con él, Lizardo llorando le pide que no lo abandone, y le da un gran beso, Rina trae de nuevo los anillo que el joven arrojó al piso se lo da a Lizardo, este se lo coloca en su mano, y ambos jóvenes juran que su amor será para siempre, Lizardo besa de nuevo a su amada y en ese momento ella muere.
Gianni ha perdido la razón por lo que ha cometido, y gritando desesperado con lagrimas sube corriendo esas escaleras y se dirige a una ventana del palacio, desde ese lugar se arrodilla y pide perdón a Dios por sus pecados, de igual manera pide perdón a Lizardo y al cadáver de Marcela y en un arranque se lanza por esa ventana hacia el vacio y también muere.
Ante la horrenda escena que han presenciado los presentes tratan de dar consuelo a Lizardo, pero éste lleno de inmenso dolor abraza fuertemente el cuerpo de su amada ya sin vida y de un grito de reclamo le dice a su padre que ahí tiene su reino.
FIN DE LA OBRA.